Los participantes en el proceso de construcción se enfrentan constantemente al desafío de entregar proyectos exitosos a pesar de presupuestos ajustados, mano de obra limitada, cronogramas acelerados e información limitada o conflictiva. Las disciplinas significativas, como los diseños arquitectónicos, estructurales y MEP, deben estar bien coordinadas, ya que no pueden ocurrir dos cosas en el mismo lugar y momento. El Building Information Modeling (BIM) ayuda en la detección de colisiones en la etapa inicial, identificando la ubicación exacta de las discrepancias.
El concepto del BIM prevé la construcción virtual de una instalación antes de su construcción real física, minimizando la incertidumbre, mejorando la seguridad, resolviendo problemas y simulando y analizando los posibles impactos. Los subcontratistas de cada rubro pueden ingresar información crítica al modelo antes de comenzar la construcción, con la posibilidad de prefabricar o preensamblar sistemas fuera del sitio. De este modo, se logra minimizar los desechos en el sitio y los productos se pueden entregar justo a tiempo en lugar de acopiarse en el sitio.
Es posible extraer con facilidad las cantidades y propiedades compartidas de los materiales. Se puede aislar y definir el alcance del trabajo. Los sistemas, ensamblajes y secuencias se pueden mostrar en una escala relativa a toda la instalación o a un grupo de instalaciones. El BIM también previene errores al habilitar la “detección de colisiones” o conflictos, mediante la cual el modelo informático destaca visualmente para el equipo la ubicación en la que partes del edificio (p. ej., marco estructural y tuberías o conductos de servicios de construcción) pueden estar intersectándose erróneamente.