Chromalox proporciona anticongelante crítico a la NASA

La relación entre Chromalox y la NASA tiene una historia de 20 años. Los calentadores Chromalox han sido suministrados a la NASA para sus sistemas de soporte en tierra.  Se han utilizado en 184 lanzamientos hasta la fecha.

Después de la tragedia del transbordador de Columbia, Chromalox tuvo la oportunidad de desempeñar un papel crucial en hacer que el transbordador fuera más seguro. Los investigadores creen que durante el lanzamiento de la nave Columbia en enero de 2003, la espuma aislante del bípode se separó del tanque externo durante el despegue.  Creen que esto dañó el ala izquierda del Orbiter, creando un agujero. Gases abrasadores ingresaron al agujero al volver a entrar, lo que provocó su destrucción y causó la trágica muerte de siete astronautas.  Una de las recomendaciones de la Junta de Investigación del Accidente de Columbia fue la eliminación de la espuma y su reemplazo con calentadores, a fin de minimizar los posibles residuos.

En septiembre de 2004, los calentadores Chromalox completaron con éxito la prueba de calificación para ser utilizados en el nuevo bípode. Los calentadores anticongelantes de cartucho se montan en una placa de cobre entre el accesorio del bípode y el aislador fenólico en las unidades de acoplamiento del bípode al punto de acoplamiento de órbita delantera. La función de los calentadores durante la fase de lanzamiento es mantener el área de la unión del bípode por encima de 32 °F para evitar la formación de hielo que podría desprenderse en vuelo y dañar el orbitador. El tipo de calentador Chromalox utilizado fue un cartucho de 1⁄4 de diámetro, sellado herméticamente con un accesorio de brida, y 15 pies de cable protegido, envuelto en Kapton®, soldado a pasadores y encapsulado para proporcionar una barrera contra la humedad al punto de acoplamiento del cable.

En referencia al reemplazo de espuma con calentadores en el bípode del tanque externo, el viceadministrador asociado de la NASA, Michael Kostelnik, dijo: “Esta es una solución que realmente llega a la raíz de los problemas técnicos que causaron la pérdida de Columbia. Al eliminar esta fuente de desechos, así como los posibles desechos de otras áreas, estamos haciendo del transbordador una nave espacial más segura”. Al volar el Discovery y llevarlo a casa a salvo, la NASA logró uno de sus principales objetivos en esta misión: volver al vuelo.  El equipo de Discovery y todos los equipos de apoyo de la NASA deben ser una inspiración para todos nosotros. Su dedicación a la tarea y su desempeño ejemplar durante el esfuerzo de Regreso al Vuelo (RTF, por sus siglas en inglés) resultaron en una misión prácticamente impecable.  “¡Fue un trabajo bien hecho!”, dice Amy Barker, ingeniera de diseño de componentes calentadores, Chromalox, Inc. Una vez más, Chromalox felicita a la NASA por este importante éxito.